En el término de Peroniel está documentado la localización de dos asentamientos celtíberos en los lugares conocidos como “Los Quiñones” y “El Puntal”, del S. II y I A de C, según consta en “La carta Arqueológica del Campo de Gómara”. En ellos aparecieron varios restos de cerámicas lisas y decoradas además de diversas monedas romanas, lo que nos puede indicar que estos asentamientos serían tomados posteriormente por los romanos, entre los siglos III-IV D de C. De esta misma época sería la calzada romana que pasaría por el monte de Peroniel y que según Blas Taracena uniría Bilbilis con Numancia.
El primer documento escrito en que aparece referenciado Peroniel es en el “Padrón de los vecinos dezmeros de las aldeas de la tierra de Soria”, mandado hacer por Alfonso X el Sabio en 1270. Es lógico pensar que en fechas anteriores a la realización de ese padrón, el concejo de Peroniel ya existiría como tal. De hecho, las dos construcciones arquitectónicas más emblemáticas del pueblo así nos lo atestiguan:
- La iglesia parroquial de San Martín, de mediados del siglo XII (1150-1200), y que según Juan Antonio Gaya Nuño posee “un tipo personalísimo de ábside, que no se vuelve a repetir en la provincia”.
- El Castillo o Torre, que en sus inicios sería de traza musulmana para defensa frente al norte cristiano, en torno al siglo X y que posteriormente, sería reconquistado por los cristianos.
Paralelo a la construcción de estos edificios y a este momento histórico se produciría la población de su término.
Según la “Carta de Sentencia Arbitral” de 1352, Peroniel contaba en este año con 29 parroquianos que tributaban en la iglesia de San Ginés de Soria, ubicada en la falda del Mirón.
Desde esta época, la población de Peroniel se mantuvo muy estable, manteniendo una media de 50 vecinos, como nos indican diversas fuentes documentales:
- Averiguación para el lugar de Peroniel de 1561, 48 vecinos
- Vecindario de Peroniel de 1591, 42 vecinos
- Repartimiento para arreglos de puentes de 1618, donde se contabilizan 40 vecinos entre los que repartir los gastos
- Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752, 61 vecinos
- Censo de Aranda de 1768, 66 vecinos
- Censo de Floridablanca de 1787, 56 vecinos
Desde el siglo XVI, se documenta la existencia de un número elevado de Hidalgos – por eso en ocasiones se le ha conocido como “Peroniel de los Hidalgos” -, poseedores de grandes cantidades de tierras y ganados, como los Morales, Tremiño, Contreras, Bergara, Barrionuevo… Sin embargo, ser hidalgo en muchas otras ocasiones no era sinónimo de riqueza, pero el título nobiliario evitaba el pago de algunos impuestos, de ahí el dicho “Los hidalgos de Peroniel, que llevan espuelas y van a pie”.
La actividad agrícola y ganadera ha sido el sustento económico de la población, que a lo largo del siglo XIX ascendió en algunos años a cerca de 90 vecinos:
- En 1829, 82 vecinos
- Censo de Madoz (1845-50), 86 vecinos
- Nomenclator de 1857, 418 habitantes
- Censo de población de 1877, 391 habitantes
Durante estos años el pueblo llegó a contar botica, posada, dos tabernas, herrería, dos hornos y una tejera.
A partir de 1950 el pueblo sufrió una emigración devastadora, pasando de 308 habitantes de hecho en este año, a 119 en 1981 y 46 en 1996. Los principales puntos de emigración fueron además de Soria, Zaragoza, Barcelona y el País Vasco.
Por el Decreto 1059/1969 de 9 de mayo se aprobó la anexión de Peroniel del Campo al municipio de Almenar
OTRAS CONSTRUCCIONES
- Ermita de la Virgen del Perpetuo Socorro, cuya fecha de construcción no está documentada, pero muy posiblemente pueda ser de principios del S. XVII, puesto que ya existe un libro de carta cuenta de la ermita de 1622.
LA FIESTA Y LEYENDA DEL CAUTIVO
Peroniel y Almenar se hermanan este día para celebrar la liberación del cautivo por la Virgen de La Llana. La fiesta se celebra el domingo de la Pascua de Pentecostés, aunque los más mayores recuerdan que antaño se hacía el martes después de dicha Pascua.
Juan Martínez Liso nos cuenta que Miguel Martínez Contreras, “el Cautivo”, era hijo de Juan Martínez Marrón, llamado “el Fuerte” por sus actuaciones en las guerras de reconquista en la zona de Andalucía, y de Isabel de Contreras.
Muy pronto Miguel siguió los pasos de su padre, el cual no solo le enseño el noble arte de las armas, sino que además, le inculcó el amor y devoción que sentía hacía la Virgen de la Llana, a la cual rezaba en sus continuas visitas. A los 20 años abandonó su tierra y desde Toledo marchó hacia Andalucía con las tropas castellanas, siguiendo la lucha contra los musulmanes, en las que ya había participado su padre. Fue hecho preso en la toma de Algeciras y conducido a Argel, donde comenzaría su auténtico calvario. Bajo el yugo de un musulmán trabajaba de sol a sol, uncido a un arado. Por la noche, lo recluían en una choza y dormía encadenado en un arcón. Sin embargo, los sufrimientos morales y físicos no hicieron que su fe menguara, sino todo lo contrario, su espíritu religioso se avivó y diariamente confiaba sus oraciones a la Virgen de la Llana. Ya en primavera, sus oraciones fueron acogidas y una madrugada, después de acostarse en el arcón, despertó frente al santuario de la Virgen de la Llana. Con gran emoción fue hasta el altar para dar las gracias a la virgen, mientras el pueblo entero se acercaba a comprobar por qué extraño motivo, las campanas no dejaban de sonar. Cuando llegaron al lugar, comprobaron con gran emoción que era Miguel Martínez Contreras, quien también reconoció a los suyos y a sus amigos de infancia. Desde entonces, en verdadera hermandad, ambos pueblos dan las gracias a la Virgen de la Llana, y celebran la fiesta del cautivo.
PERSONAJES DESTACADOS DE PERONIEL
Miguel Morales Contreras, “El Cautivo”, hijo de Juan Martínez “el Fuerte” noble caballero de Peroniel que durante la toma de Córdoba a los musulmanes ascendió por los muros de la ciudad y abrió sus puertas a las tropas cristianas, y de Isabel de Contreras, rica dama Toledana que se asentó en Peroniel.
Francisco Morales de Albornoz: Sargento Mayor que mandó construir una capilla en la iglesia de San Martín, para su enterramiento y la de toda la familia de los Morales
Melchor de Morales: Abad del Monasterio Benedictino de Nuestra Señora de Valvanera
Diego Morales y Contreras: nació en Peroniel en 1604 e ingresó en la Compañía de Jesús, fue misionero por extremo Oriente y Filipinas, siendo martirizado y muerto (decapitado) en Nagasaki (Japón) en 1643. Se conservan dos cuadros que reflejan su vida en la parroquial de San Martín de Peroniel del Campo. En la ciudad de Soria existe una calle con su nombre.
Pascual Muñoz de Barnuevo y su esposa Doña Cislos: donantes al concejo de Peroniel para siempre de un prado y una dehesa. Con el dinero de su arriendo se daba la caridad a los pobres del pueblo. Existe una placa en la iglesia que corrobora este acto.
OTRAS FIESTAS:
- La Santísima Trinidad, aunque tiene fecha marcada en el calendario, por costumbre se celebraba al domingo siguiente de la Pascua de Pentecostés (fiesta del Cautivo).
- El Corpus Cristi, se celebraba siempre el jueves siguiente a la Santísima Trinidad. Es costumbre este día hacer lo que en Peroniel se conoce como “catapán”, que no es más que la continuación de la tradición que se hacía de dar el pan a los pobres, que dejaron instaurados los benefactores de Peroniel, donantes de un prado y una dehesa al concejo.
- San Martín de Tours, patrón del pueblo de Peroniel que celebraba su fiesta el 11 de noviembre.
- La Virgen del Perpetuo Socorro, a pesar de que en el calendario esta festividad está marcada el 27 de junio, en Peroniel siempre se celebraba el 21 de mayo, quizá debido a un acuerdo municipal que marcaba este día para subir la Virgen de su ermita a la iglesia, teniendo que ser obligatoriamente día de trabajo para así guardar fiesta, y comenzar a partir de ese día la novena en honor a la virgen patrona del pueblo.
LAS FIESTAS EN LA ACTUALIDAD
Desde 1983, se celebran siempre el fin de semana siguiente a la Virgen de Agosto, en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro. Cuentan con mucha fama en la provincia de Soria, entre otras cosas por su tradicional CARRERA DE CARACOLES, fiesta de convivencia intergeneracional que se lleva manteniendo desde hace 39 años, y que supone un día especial para niños y abuelos pues ambos son partícipes de la misma, en la que prima el respeto hacia los animales y al medio ambiente.
